"Café Buenavista" es un programa de radio transmitido en Buenavista Radio 102.9 FM todos los sábados a las 10 am presentado por Gerardo Duque Larraga, diseñado para acompañar a los oyentes en su mañana con una mezcla perfecta de conversaciones profundas, entretenimiento y buena música. Este programa es un espacio cálido y acogedor donde los temas varían desde cultura, actualidad, y estilo de vida, hasta entrevistas con invitados especiales, quienes comparten sus perspectivas y experiencias en un ambiente relajado y enriquecedor.

«Café Buenavista» es un programa de radio transmitido en Buenavista Radio 102.9 FM todos los sábados a las 10 am presentado por Gerardo Duque Larraga, diseñado para acompañar a los oyentes en su mañana con una mezcla perfecta de conversaciones profundas, entretenimiento y buena música. Este programa es un espacio cálido y acogedor donde los temas varían desde cultura, actualidad, y estilo de vida, hasta entrevistas con invitados especiales, quienes comparten sus perspectivas y experiencias en un ambiente relajado y enriquecedor.

Café Buenavista – La Jauría Devora a las Víctimas – La Crónica del Dolor y la Desesperación Ante la Indiferencia Oficial.
porBuenavista Radio

Este episodio es un desgarrador testimonio de la madre de Adriana Martínez Campuzano, una víctima de feminicidio serial, que expone la herida abierta de la injusticia sistémica. La entrevistada revela el tormento de los días posteriores al rapto de su hija de 13 años, el calvario de la búsqueda infructuosa, y el shock de la identificación de los restos en la SEMEFO.

A través de su voz, se evidencia cómo la indolencia, la negligencia, y la falta de empatía de diversas autoridades, desde el Ministerio Público hasta la policía judicial, forzaron a la familia y a los medios a actuar como propios investigadores para lograr la detención del sujeto Filiberto ”N”. Este criminal, confeso de al menos cinco ataques, incluida Adriana, lleva 11 años en prisión preventiva sin recibir una sola sentencia, mientras el dolor y la carga económica (viáticos, gastos de traslado) se suman al viacrucis de las víctimas.

La lucha de Sandra Campuzano trasciende la pérdida personal, convirtiéndose en un grito contra la revictimización institucional, donde la única ”justicia” a la que ha podido acceder ha sido la mediatización y el constante ruego a un sistema que, lejos de reparar el daño, parece ensañarse con la desesperación de quienes solo buscan una condena para poder empezar a sanar.